5 de agosto de 2021
A la luz de la actual pandemia de COVID-19, las organizaciones de salud de todo el mundo continúan destacando la importancia del distanciamiento físico, el lavado de manos y la desinfección de artículos cotidianos, como la ropa.
Si bien, los expertos creen que en muchas situaciones, es poco probable que las partículas virales aterricen en la ropa, especialmente si practicas el distanciamiento social y las personas a tu alrededor usan barbijo, no todas las situaciones están libres de riesgos.
Apoyarse en superficies de alto contacto que pueden haber estado expuestas al COVID-19, aumenta las posibilidades de que tu ropa pueda albergar el virus. Y si trabajas en un entorno de atención médica donde los pacientes tienen COVID-19, el riesgo de que tu ropa esté expuesta a partículas virales puede aumentar.
Las investigaciones sugieren que el COVID-19 no sobrevive por mucho tiempo con la ropa en comparación con las superficies duras, y exponer el virus al calor puede acortar su vida útil. Un estudio publicado en encontró que a temperatura ambiente, el COVID-19 fue detectable en la tela hasta por dos días, en comparación con siete días para el plástico y el metal. Sin embargo, cuando se expuso al calor, aumentando la temperatura a 70 °C (158 °F), el virus se volvió inactivo en 5 minutos. (puedes ver más información en este enlace).
A todos nos han dicho que desinfectemos las superficies de nuestro hogar con limpiadores especiales para ayudar a destruir el virus del COVID-19. Pero, ¿Qué pasa con la lavandería? ¿Limpiar la ropa en una lavadora mata el coronavirus?
La respuesta corta es «técnicamente, no»… Con un «pero» relativamente grande al final de la misma.
No, lavar telas en una lavadora con detergente no mata la mayoría de los gérmenes directamente. La limpieza implica eliminar la suciedad y los gérmenes de las superficies. Si bien la limpieza puede reducir el riesgo de propagación de agentes infecciosos, como virus y bacterias, no los mata.
La desinfección requiere el uso de productos químicos que matan los gérmenes. La desinfección de superficies duras y textiles después de limpiarlos puede reducir aún más el riesgo de propagación de infecciones.
Para desinfectar la ropa en el proceso de lavado deberías elegir el ajuste de agua más cálido posible, la OMS recomienda temperaturas del agua entre 60–90°C (140–194°F), y utilizar desinfectantes como hipoclorito de sodio al 0,1%, o uno de estos desinfectantes domésticos que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha aprobado.
Sin embargo, las altas temperaturas y los químicos terminarían dañando, o alterando, los artículos de ropa delicados. Por lo que el proceso del secado resulta ser el más efectivo y adecuado para lograr desinfectar la ropa.
Secar la ropa en una secadora, cuando sea posible, es una parte importante del proceso cuando se trata de COVID-19, porque se sabe que el SARS-CoV-2 (el virus que causa el COVID-19) es sensible al calor. Para descontaminar completamente tu ropa, lo ideal es secarla a altas temperaturas. Entonces, una configuración «normal» de una secadora reduciría el número total de bacterias y virus en la tela en cuestión de minutos.
Claro que hay que añadir ciertas precauciones adicionales: Maneja tu ropa, cubrecamas y otros artículos de tela solo mientras usas guantes. No los sacudas, porque estarás propagando el virus en el aire y en las superficies circundantes. En la mayoría de los casos, simplemente lavar todo en una lavadora y secarlo en una secadora mantendrá su ropa limpia y desinfectada.
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